De Reforma:
La lluvia estuvo a punto de boicotear la fiesta de Día de Reyes en Los Pinos, a la que asistieron decenas de niños alojados en casas hogar del DIF en distintos estados circunvecinos al Distrito Federal.
Esta vez no se rompieron piñatas, aunque una veintena se encontraban colgadas de los árboles de la hondonada presidencial. El presidente Vicente Fox prefirió mantenerse alejado de ellas y sólo participó con un mensaje en esta celebración.
Fue su esposa Marta Sahagún la anfitriona, la encargada de partir y repartir la rosca de Reyes, una de 18 metros de diámetro y nueve de largo, con 26 muñequitos, que quedaron en las manos de los invitados.
Antes de esto, nadie mejor que Tatiana, La Reina de los Niños, para cantar y ser la narradora de una puesta teatral, una interpretada por niños actores, que se lucieron con bailes y disfraces en una obra llamada "Amy, La Niña de la Mochila Azul".
Fox no estuvo presente, aunque al final llegó para dar un mensaje a sus invitados, uno de año nuevo y de Día de Reyes: "No saben qué gusto nos da tenerlos aquí, en su casa, en la casa de todos los mexicanos. Pero, particularmente, es la casa de las queridas chiquillas y chiquillos de todo México. ¿Y por qué damos particular importancia precisamente a las niñas, a los niños? "Porque ustedes nos traen alegría, porque ustedes son la esperanza y el futuro de nuestro país; porque ustedes son también el presente, el presente dinámico de nuestro país. Por eso nos da tanto gusto tenerles aquí".
Y los gritos retumbaron, sobre todo cuando Fox los invitó a comer rosca de Reyes, pero no los acompañó y prefirió regresar a su despacho para continuar con el trabajo.
Además de convivir con Tatiana y el elenco de la novela, tacos, tamales y buñuelos fueron el manjar para los niños, que se quedaron con las ganas de romper esas piñatas, llenas de frutas, dulces y juguetes, que sobrevivieron de las posadas de diciembre.
